Celebraciones del Centenario

“El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres” (Sal. 125)

La frase de gratitud del salmo 125, ha sido el punto de partida para la preparación a la celebración de los 100 años de presencia misionera de las Hermanas Doroteas HH. SS. CC. en Ecuador.

La Superiora Provincial Sor Leonor Arana y su Consejo ante este acontecimiento trascendente de gran importancia para la Provincia Ecuador – México, nos han invitado a tomar conciencia de la multitud de gracias recibidas a lo largo de este Centenario y a elevar nuestros corazones con actitud humilde y agradecidas a Dios por su infinita misericordia, 100 años de camino con la Iglesia Ecuatoriana, de entrega generosa a la evangelización en  la educación, la asistencia a los enfermos y necesitados en el cuerpo y en el espíritu.

Las celebraciones del Centenario se iniciaron en Tena, la ciudad que vio llegar a nuestras primeras hermanas misioneras y la que fue testigo del trabajo abnegado y la oración confiada de las pioneras de la misión de Napo.

Con el fin de reconocer y elevar plegarias de agradecimiento a la acción providente de Dios a lo largo de esta historia, entretejida con actos heroicos de entrega y amor a la labor misionera, llenos de júbilo y aprecio, desde el domingo 14 y el 15 de mayo se desplazaron hacia el Napo amigos, hermanas, miembros de la Familia Farina y delegaciones de las distintas comunidades y obras apostólicas ubicadas en varias provincias de Ecuador y Colombia.

La celebración inició con el Pregón de fiestas en la mañana del lunes 15 de mayo, los protagonistas del desfile por las calles principales de la ciudad, fueron autoridades de la Provincia de Napo, Obispos, Sacerdotes, Hermanas, miembros de la Familia Farina, docentes, estudiantes, padres de familia, delegaciones de las obras apostólicas y comunidades de todo el país, amigos, familiares y distintos moradores del lugar. En el recorrido participaron miembros de algunos establecimientos educativos en los que las hermanas fueron fundadoras o en la actualidad continua su presencia.

Antes de llegar a la Catedral para la celebración Eucarística se ingresó al Campo Santo donde se ofreció una ofrenda floral en memoria de las misioneras Doroteas difuntas que ofrendaron su vida en Napo. Acto seguido, Monseñor Adelio Pascualotto Obispo del Vicariato Apostólico de Napo presidió la celebración Eucarística acompañado de Monseñor Hermenegildo José Torres Asanza, Obispo de Guaranda, 37 Sacerdotes concelebrantes, un diacono y varios seminaristas. La Catedral de Tena estuvo llena de autoridades de la Provincia de Napo, la Reina de la ciudad, religiosas y religiosos de otras congregaciones, docentes, fieles, estudiantes, miembros de la familia Farina, padres de familia, exalumnos, familiares, delegaciones de las obras en las que las Hermanas Doroteas estàn presentes.

Uno de los momentos emotivos fue la lectura del Decreto de la Penitenciería Apostólica en el que se concede la Indulgencia Plenaria desde el 15 de mayo de 2023 hasta el 18 de mayo 2024, la Bendición de su Santidad Papa Francisco, como también el mensaje de la Madre General Sor María Teresa Peña y la entrega de la lámpara misionera a cada una de las representantes de las comunidades.

Después de la Santa Misa, se pasó al ágape fraterno en los espacios de la Unidad Educativa Juan XXIII. Este momento estuvo amenizado por la intervención artística musical de jóvenes de nuestras obras y por la lectura y entrega de reconocimientos a la labor de la Congregación en el Ecuador. En el compartir con los presentes surgieron muchos sentimientos de gratitud, recuerdos, anécdotas de la labor realizada por las Hermanas Doroteas en estos 100 años.

El día jueves 18 de mayo se participó a la ordenación del Sacerdote nativo de Napo.

El día 20 de mayo se realizò la solemne inauguración de la Capilla dedicada a la Mamá blanca como la llaman los indígenas a Santa Bertilla.

Anhelamos que la memoria del Primer Centenario, a través de las distintas actividades alimente el compromiso de continuar caminando juntas en la misión que el Señor nos ha confiado, a seguir haciendo historia tras las huellas de tantas hermanas y misioneros que entregaron su vida por el evangelio.

Sor Estela Samaniego